sábado, 31 de enero de 2009

Arte


A veces parece que se nos olvida que el Ninpo es un arte, es un arte marcial por supuesto, pero es un arte y el artista lo usa no solo para destruir sino para crear. Encuentras la belleza en sus movimientos, en la sincera seriedad del que se prepara para morir antes de la batalla y te lo muestra realizando la técnica con su propio espíritu.

El Budo y el arte en general van unidos de la mano y en no pocas ocasiones las similitudes se suceden y se producen conexiones entre las diferentes manifestaciones artísticas. Puedes encontrar como en la poesía de Juan Ramón Jiménez el autor se corta a si mismo una y otra vez para desprenderse de su ego, para terminar con las ataduras de la carne y encontrar la unión de la dualidad vida y muerte que él entiende como una sola pues difícilmente podría existir lo uno sin lo otro ¿Cuál es la diferencia entre la pluma del poeta y el corte del sable del budoka? Los dos cortan las cadenas de lo ficticio con diferentes instrumentos.

Mira la escultura de Miguel Ángel, mira la piedad y admira el dramatismo de la figura y luego observa la decisión con que el guerrero lanza cada golpe sabiendo que puede ser el último de su vida o de la vida de su adversario. El sentimiento, que en última instancia es la semilla que hace germinar cualquier obra de arte, se encuentra en todas las artes, sean marciales, escritas, leídas, pintadas o musicales. Es ese sentimiento el que hace única e irrepetible cada obra de arte, y por eso lo es, un arquitecto podría hacer el mismo edificio cien veces que saldría cien veces igual, pero un pintor difícilmente podría pintar dos veces el mismo cuadro, así como difícilmente el budoka podría realizar dos veces idénticas el mismo kata y si así lo hiciera no lo haría con el mismo sentimiento sino como una sucesión matemática de acontecimientos, como el arquitecto y sus reglas para construir.

Puedes aprender de todas las artes cosas similares, puedes aprender de un kata lo mismo que de una poesía, puede enseñarte lo mismo tu shidoshi o shihan que Platón o Nietzsche, así que hay que abrazar cada segundo atesorando lo que nos trae con la mente y el corazón abiertos, ya sea un cuadro o un libro, como el bushi aprendía de cada combate aprende tu de cada pieza de arte.

viernes, 30 de enero de 2009

Luces en el cielo


Mas allá y sobre el valle del dolor,
nace una estrella
Que brilla con áureo color.

Salta sobre el mar, a lo lejos,
y las olas que juegan
Le sirven como miles de espejos.

Perla brillante de hermosura sin par…
¿quién te pone tan lejos
que no te puedo tocar?


Pintas graciosa este camino, con luz de plata,
Y me embriagas como el vino.
Te escondes entre las cortinas del cielo,
pero tu belleza te delata
y enamoras a este pobre peregrino.

Buscándote en la noche al final pereceré
Sabiendo que no ha sido en vano.
Porque andando he soñado que dormía en tu mano
Y recordando tu perfume felizmente desapareceré.

jueves, 29 de enero de 2009

Mala suerte


“Llévame a Ciudad Paraíso, donde la hierba es verde y las chicas preciosas, llévame a casa”

Paradise City sonaba a toda potencia en los altavoces del coche de Paul mientras se relajaba con las manos tras la nuca y el cinturón de seguridad a su alrededor con dos vueltas dadas y bien grapado al asiento.
Intentaba disfrutar el viaje con una amplia sonrisa en la cara y movía las caderas al ritmo del bamboleante movimiento del coche para mantener el equilibrio, concretamente en espiral y de arriba hacia abajo y también a los lados, todo a la vez, esto era así por que Paul acababa de suicidarse tirándose a lo mas profundo del cañón del Colorado a toda velocidad en su Chevrolet… Pero este es el final de la historia, así que retrocedamos en el tiempo…

Paul no era una persona común, de pequeño tenía un amigo llamado Kevin, siempre estaban juntos y su amistad era irrompible. Kevin era cíngaro y sus padres trabajaban en la feria por lo que nunca se sabía cuando podría marcharse de la ciudad hacia otro lugar, Paul sabía eso y le ponía triste, pero a su vez eso hacía que disfrutara y respetara aún más el vínculo que les unía. Un día jugando cerca de los acantilados se dispusieron a investigar una gruta secreta, oculta tras unos arbustos en la rocosa pared. Pero el destino apostaba fuerte ese día en su juego particular y Kevin perdió pie sobre las rocas y la caída le costó la vida. Paul no podría creer lo que acababa de suceder y nunca pudo superarlo ni aun con años de costosa terapia de fases anales y extraños diagnósticos…

Los padres de Kevin quedaron destrozados al oír la noticia y su madre, una bruja de feria miro con ojos llameantes a Paul culpándole de lo que había ocurrido.
- Te condeno, en el nombre de Mephistopheles, a una vida desgraciada, nunca encontraras el descanso de día o de noche. Te maldigo con la suerte mas negra que puedas encontrar y ésta caminara a tu lado hasta tu horrible final.
Era la guinda de un amargo pastel que convirtió a Paul en alguien desgraciado realmente, suerte para el que sabía que las maldiciones solo eran fruto de una imaginación corrompida y que no tenían efectos en la gente normal… O al menos eso es lo que siempre había creído…
Pero las cosas no siempre son como queremos que sean, e incluso nuestras creencias mas arraigadas pueden ser objeto de transacción en el escenario de la vida.

Los días se fueron sucediendo y la tristeza se fue curando en el pueblo, pero las cosas no marchaban bien, algo estaba sucediéndole a Paul. Paul era un chico sin suerte, sin suerte en la vida, sin suerte en el amor, sin suerte con los amigos ni con su perro el cual siempre le mordía al menos una vez al día, pero aquel día fue el colmo: Paul encontró una maquina de coca cola, era un día especialmente caluroso así que se buscó en los bolsillos y reunió toda su calderilla para sacar un refresco. Solo había coca colas para elegir así que no se lo pensó mucho, introdujo el importe y apretó uno de los botones, oyó caer la lata en el deposito y la recogió, la sintió bien fría pero al mirarla…
-Qué broma es esta?- era una lata de Pepsi…
La maquina debía tener rótulos viejos, pensó que era un error estupido por parte de la compañía y quizás llamase para quejarse. Pero por desgracia ahí no acababa la cosa. El día del baile de fin de curso había conseguido a una de las chicas mas guapas del instituto, lo había planeado tal de modo que fuese la noche más increíble de su vida, y efectivamente lo fue. Al llegar al instituto comprobó que había olvidado la rosa de su chica y volvió a casa a toda velocidad, la puerta estaba cerrada y la llave estaba dentro, intentó entrar por la ventana pero su perro al detectarlo como intruso se ensaño con su traje con toda la mala idea que pudo, y tampoco paró al comprobar que era su dueño, recogió la rosa y salio de casa a toda velocidad, pero el coche se había quedado sin batería. Intento parar un taxi pero todos paraban para recoger a alguien a 10 metros exactos de su posición así que fue corriendo hasta el instituto, pero su chica ya había conseguido pareja, un enano ruso para ser concretos y para colmo se clavo una espina de la rosa que había comprado, a pesar de ser de plástico…

No, Paul no tenía suerte. Los percances se iban sucediendo a medida que pasaban los años: novias que le dejaban, trabajos que le despedían, perros que le mordían, niños que le vomitaban. En una ocasión consiguió casarse, la chica era tailandesa la conoció en una pagina de contactos en Internet, la foto de la boda fue curiosa: En la foto aparecía su esposa mirando picaronamente a una dama de honor que le devolvía la intención, su madre miraba con odio a la mujer, su padre le miraba con odio a el y su perro aparecía en el aire debido al salto que realizó para morderle el culo a su amo quien salía con cara sonriente disimulando malamente el punzante dolor anal. A pesar de todo pensaba que era la mejor foto de su vida.

Al poco tiempo la tailandesa resultó ser prostituta de profesión y se fugó con la dama de honor. Al poco de enterarse Paul se levantó de la cama, con toda la diligencia y parsimonia de la que era capaz se puso su mejor traje y saludando a todo el mundo por la calle se dirigido a la armería mas cercana y compró una pistola.

Con la determinación mas educada que puedas imaginar, Paul había decidido acabar con su miserable vida de una vez por todas, de hecho no había estado más seguro de nada nunca, no lo veía con tristeza sino mas bien con alivio, como el que va a quitarse una mochila de 100 kilos que ha cargado en su espalda durante toda la vida.

Dejo una nota en su mesita de noche dirigida a sus padres, estos nunca la leerían porque se la comió el perro al poco de dejarla en la mesa.

Paul se puso el cañón en la sien e intentó recordar los momentos mas felices de su vida a modo de última visión, y la película que vio en su mente ni siquiera llegaba a corto cinematográfico sino que se quedaba en un triste trailer de serie “B”. Sin pensárselo ni un segundo más se despidió de un mundo que no estaba hecho para el y apretó el gatillo.
Pero Paul era un chico sin suerte… la bala choco contra la sien y como si esta estuviese hecha de acero triple se aplastó y estalló a causa del impacto, uno de los trozos destrozó la foto de su boda.
-Ves? Esto si que es inusual…
El dolor de cabeza le estaba destrozando, intentaba recapacitar pero la cabeza la daba vueltas y lo que era peor… aun estaba sobre el cuello. Mas tarde hizo otro intento, se disparó en la boca esta vez y 4 horas mas tarde tuvo la digestión mas pesada de su vida.
No podía entender que es lo que estaba pasando, con toda la furia del mundo y deseando más que nunca la muerte subió al techo de su casa e hizo un salto mortal aterrizando de cabeza. Ahora imagínate lo que hacen los avestruces y comprenderás porque el perro empezó a partirse de risa de su amo, y después a morderle el culo.
Salió a la calle y se tiró sobre el primer camión que pasaba, reboto en el, reboto en el suelo, reboto sobre su propio tejado y aterrizo sobre su coche destrozándolo por completo –Me faltaban 2 meses para pagarlo mierda!!
Tras numerosos intentos frustrados de suicidio se dirigió al banco más cercano, pensaba que si lo atracaba recibiría algún disparo, y si no… se compraría otro coche. Y así lo hizo se introdujo en el banco con una bolsa de plástico en la cabeza, pero se mareó por la falta de aire y decidió quitársela. –Buenos días señorita, esta usted mas guapa que de costumbre, podría darme… cuanto vale un Chevrolet?
-Creo que sobre unos 13.000 dólares la gama normalita.
-Pues déme eso por favor.
-Muy bien, me dice su nombre para verificar los datos de su cuenta corriente?
-Como? A no! Esto es un atraco- dijo con la mayor de sus sonrisas.-tengo un arma fíjese- Dos guardias aparecieron a toda velocidad y le ordenaron que tirase el arma al suelo. No solo no lo hizo sino que disparó a uno en el pie y entre gritos de dolor se tiró al suelo –Que tío mas suertudo…- se dijo casi para si mismo. La respuesta por parte del guardia no se hizo esperar, dos disparos uno en el estomago y otro en la rodilla, su compañero también disparo en el hombro a Paul quien comprobó a disgusto que a pesar de su ansia por morir, las balas le estallaban al impactar en su cuerpo. Cogió el dinero y se fue del banco con el disgusto mas grande que podía recordar.

-Estas maldito…- La voz venía de sus rodillas mas o menos, agachó la vista y vio una niña pequeña, rubia con ojos grises. –Estas maldito, me lo ha dicho mi osito.
-Niña que haces aquí sola?- Se empezaban a oír sirenas a lo lejos.
-No estoy sola, yo nunca estoy sola… veo una mancha negra en tu cabeza, estas maldito, mi amigo me dice que la respuesta esta en el fondo.- sin quitarle un ojo de encima Paul empezó a correr calle abajo hasta salir de la zona.
Y efectivamente se compró un Chevrolet, pero no quedaban de los colores que le gustaban así que lo compró verde oscuro.
Los siguientes días se llenaron de increíbles sucesos, Paul aprendió que para conseguir un resultado tenia que desear el opuesto y gracias a eso consiguió salvarle la vida a un gato que posteriormente le arañó completamente, evitó que anciana fuese atropellada y la anciana le denunció porque el susto le había provocado serios problemas mentales y en una ocasión en que el conductor del metro se desmayó por una bajada de tensión consiguió salvar a los pasajeros intentando con todas sus fuerzas estrellar el tren.
Y todos los días lo mismo, al poco estaba intentando matarse de nuevo, nada podía llenar el vacío de no poder conseguir lo que quería, así que pensó en una manera realmente efectiva, una caída libre, una caída bien alta que podría fallar? Que un águila lo recogiese en el aire y lo devolviese al suelo? Aquello no podía fallar, así que cogió las llaves del coche y puso rumbo al cañón del Colorado.
Y allí estaba Paul, a cientos de metros en el aire, bailando a ritmo de Guns´roses y bien amarrado al asiento de su coche, disfrutando de una caída que con toda seguridad sería la ultima y definitiva, apenas podía contener la emoción al imaginarse la hostia tan tremenda que estaba a punto de meterse.
Y entonces de repente…-No me lo puedo creer!- Una avioneta apareció bajo el coche y ambos conductores se miraron con cara de pánico por diferentes motivos.
Al golpear la avioneta el coche se desvió a una de las paredes del caño que fue amortiguando la caída paulatinamente a medida que el suelo llegaba a cada vez menor velocidad hasta el punto de ser una caída penosamente lenta que acabo en un golpe mísero que disparó el airbag del coche, dejándole un ojo morado al pobre Paul.
Salió lentamente del coche cada vez más seguro de que no le caería nada en la cabeza ni algo así, se sentó en el suelo, se puso bien la camisa y empezó a llorar como un bebe.
Paul pensó durante horas tumbado entre las piedras, quizás todo dependa del punto de vista y toda situación tenga su lado bueno o menos malo, según como se mire. Es posible convertir una vida desgraciada en una vida productiva para los demás? Hasta que punto estaba preparado para sacrificarse por los demás sí podía hacerlo? Y por otro lado, solo por poder hacerlo tenía que hacerlo?
No podía ignorar más la situación, como siempre la respuesta estaba en el fondo y había que bucear hasta el mismo para emerger con la respuesta. Pues estaba dispuesto a potenciarse, hemos de disponer de las herramientas que Dios nos dio para ser lo mejor que podamos ser, se decía a si mismo.
Así que se levantó con energías, con ánimos renovados y nuevas metas en el corazón! Y decidió con todas sus fuerzas que no quería volar! Que odiaba volar y que era lo último en el mundo que le gustaría…
Efectivamente no voló, pero si voló la hélice de la avioneta que se le clavó en el pie, aquel dolor le duro meses…

lunes, 26 de enero de 2009

Mi amigo Steve

El último bombón siempre es el peor, a ver, no es que sea el sabe peor sino que la situación en si es una mierda, al menos eso pensaba Bob. Pero la verdad es que todo sea dicho de paso, Bob era un tío raro in extremis.

Su teoría era la siguiente: Si me como ese bombón tan apetitoso será el último porque en la caja no quedan más… ¿Y si me gusta? ¿Y si me gusta tanto que querría otro mas pero ya se han acabado? No podría soportarlo. Por eso siempre dejaba el último bombón en la caja, no podría soportar necesitar otro y que no quedaran…pero por otro lado… ¿Y si sabía a mierda? Entonces sería un buen momento ¿no?

Todo esto viene a colación de que Bob no paraba de tocarse la ceja izquierda mientras miraba desde su asiento del café-bar la vitrina con un Donut solitario, no había pedido nada aún pero empezaba a pensar en bombones solitarios y a ponerse muy nervioso, y si se ponía nervioso se tocaba la ceja izquierda una cosa llevaba a la otra siempre…

- No te lo comas porque te sentara mal, recuerda lo que decía mama…
- Que te calles Steve! Eres la mosca cojonera del lugar vayamos donde vayamos.
- Mira esa pareja de allí, has visto como te miran? Están pensando cosas horribles de ti. Llevan horas conspirando para hacerte algo. Mira como te miran! Fíjate!
- Que te calles joder!
- Señor le pasa algo?- Una camarera se acercó a Bob, preocupada por las voces que emitía – Desea algo de beber?
- No queremos nada! Largo de aquí!- La camarera la miro con cara de no entender nada, pero había trabajado lo suficiente en el Bronx como para saber que la gente como Bob necesitaba un espacio vital importante, de varios cientos de metros concretamente.

Bob empezaba a frotarse con fuerza la ceja mientras miraba a la pareja que su compañero cafetero no paraba de señalarle. Se trataba de una pareja de color (de color negro específicamente) que hablaban divertidamente de asuntos que no podía entender debido a la distancia a la que se encontraba de ellos.

- Míralos, míralos! No hacen más que reírse de ti desde que hemos entrado… mira ese cuchillo que tienes ahí para untar la mantequilla, no te entran ganas de clavárselo en la pierna?- Bob miro ansiosamente el cuchillo y la pierna del negro que tomaba café tranquilamente con su acompañante.
- Steve eres un cabrón siempre me metes en líos, mama me dijo que terminase contigo de una vez, te acuerdas cuando me lo dijo? En mi 10 cumpleaños, tengo 33 y no te has ido todavía!! Déjame en paz!!
- Señor se encuentra bien?- Ahora era el encargado del bar quien se dirigía a Bob.- Estamos de puta madre gracias déjenos en paz!- El encargado miro asombrado el asiento de Bob, buscando a alguien, finalmente dio dos pasos atrás y se giro a toda prisa mientras se metía en la cocina.
- Bob! Mira Bob, ese negro te esta haciendo un dedo!
Bob se frotó con dureza la ceja mientras repetía lo que el medico le había dicho: Soy una flor… soy una flor de hermosos pétalos y cada pétalo es un mensaje de amor… soy una flor…
- Tu lo que eres es una maricona, mira la negra se esta metiendo con mama, dice que mama criaba pollos en corral y que las pollas las metía en el sótano.
- Que te calles joder!!!!!!- Mas de media sala salto por el susto. Cuando se calmó la cosa Steve volvió al ataque.
- Bob, me he enterado que el negro va a llamar a sus colegas raperos para partirte la cara…
- Eso ha dicho?
- Te lo juro, si a mi me dijeran eso… uf! Yo cogería ese cuchillo y se lo clavaría en la pierna.
- En serio?- Bob miraba el cuchillo con otros ojos, con ojos pícaros por dar una descripción aproximada. Lo cogió con firmeza y miró la pierna del negro, en la otra punta de la sala ajeno a todo lo que estaba pasando.
- Que opina mama de todo esto?
- Mama dice que si lo haces ole tus cojones.- El comentario de Steve pareció animar mucho a Bob que empezaba a levantarse y a dirigirse lentamente, frotándose la ceja, hacia la pareja del fondo de la sala.
- Pues si lo dice mama… habrá que hacerle caso no?- Bob casi había llegado donde se encontraba el negro, este al verle llegar le dijo con amabilidad si necesitaba algo… La respuesta de Bob fue ponerse bizco por la emoción y gritar:
- Me lo ha dicho mama joder!!!!- Y le metió un tajo tan certero en la pierna izquierda que casi lo deja clavado como una puntilla
- IJO PUTAARRGGG!!!!!
-Bien hecho- Fue el comentario de Steve, lejos en el asiento de Bob. En ese mismo instante irrumpían en la cafetería dos personajes enbatados de blanco con jeringas en la mano y saltaban sobre Bob como si no existiese mañana.
-Agarradlo bien!- Dos policías se unieron a la juerga, uno intentaba reducir a Bob que ahora no hacía mas que pedir perdón a su madre y el otro policía pedía refuerzos mientras ordenaba que se buscase a un hombre de raza negra con una silla clavada en la pierna izquierda y a una mujer de la misma raza que intentaba sacársela, iban calle abajo mientras profería insultos que no llegaba a terminar.

Dos meses después de lo sucedido Bob se encontraba en su habitación en el Psiquiátrico Mac Gregor en Georgia mirando melancólico por la ventana, el día anterior había perseguido a una ardilla durante 7 horas, aquello si que fue un gran día, pero no encontró el cajón mágico que según ella existía dentro de la cabeza de su vecino de habitación, el doctor insistía en que esas practicas no le gustaban nada.

Había preparado un juego, el juego consistía en que alguien entraba en la habitación y la puerta se quedaba atascada. Un enfermero entró en la habitación.
- Buenos días Bob, vengo a traerte el desayuno.- Al intentar salir, efectivamente, la puerta estaba atascada.
- Que raro… es la primera vez que pasa Bob? Bob…

Bob estaba poniéndose Bizco, había una voz en alguna parte que le decía:
- Mama me ha dicho que romperle la cabeza a los enfermeros trae suerte…

Bienvenidos

Bienvenidos !!! Me alegra muchísimo verte aqui porque este sitio sin ti no tiene sentido. Espero que tu tiempo aqui sea lo más agradable posible.

Como puedes ver ya me he mudado, y me gustaría que te sintieras como en tu propia casa y que me visites a menudo, pues siempre habra algo que me gustaría contarte.
Derceto ha quedado atras pero las almas perdidas nunca callan y sus historias pueden ser oidas desde todas partes y aqui las podras encontrar si aceptas adentrarte en Cronópolis, la ciudad secreta donde confluyen todos los tiempos y ninguno a la vez.
Sientate, toma esta copa y olvidate del mundo exterior, aqui el estres no tiene sentido porque has entrado en la camara de las historias del bardo, escucha con atención y vuelve porque te estare esperando, siempre.