viernes, 23 de octubre de 2009

Los últimos grises asombrosos


El misterio de la muerte ante nosotros...

Pronto la noche me traera la luz

y cerrará mis ojos.



A veces la vida aqui es tan limitada,

a veces no nos importa nada,

a veces...



El tiempo cambiara las caras familiares,

colores brillantes que se desvaneceran.

El miedo es real y un dia de invierno

nos traera la claridad...



Siento que el tiempo nos está cazando a todos,

¿cuántos dias hasta que

su ira se vea satisfecha?

Vivimos los últimos días dorados

pues somos los últimos grises asombrosos.

Esperemos que los jovenes puedan liderar la manada...



Puedo sentir como mi corazón late aún...

Aún puedo verte con mis cansados ojos,

aún puedo ver...



Pero ya no puedo correr como lo hacen mis hijos.

No puedo aceptar tu mano amiga,

déjame aqui...



Tu eres el fuerte y debes confiar en mi.

Debes vivir en mi lugar ahora,

no hay tiempo para perder en mi

o también te cazaran a ti.



En los ojos de todo cachorro

veo el futuro, la vida para nosotros solo es

una fase más.



Cierro mis ojos y los veo a todos

sentados a mi alrededor,

los últimos grises asombrosos...



En los ojos de todo cachorro

veo el pasado, las viejas caras familiares.

Cierro mis ojos y les veo

esperandome, entre los grises más asombrosos.



Admiro las montañas por ultima vez,

Al fin encontré mi lugar...

Cierro los ojos al fin y me uno a ellos,
protegiendo a los cachorros, entre

los grises más asombrosos.









martes, 6 de octubre de 2009

Frío como el hielo, final.

-Miguel, el jefe quiere hablar contigo.- Miguel era uno más de los trabajadores del aeropuerto, se dedicaba a descargar las cajas que estos transportaban y ordenerlas en el almacen, pero aquel era su dia de suerte, lo presentía desde que se levantó aquella mañana.


Con los nervios a flor de piel caminó desde la nave 8 hasta la caracola de las oficinas donde su jefe le esperaba.


-Enhorabuena señor Rodriguez, ha sido usted ascendido a supervisor del almacen, su peticion ha sido revisada y aprobada.- No podia creerlo! Miguel estaba a punto de morir por la impresion, habia soñado con aquel momento durante toda su vida como trabajador. Tenia que decirselo a Rosita, asi que aprovechando la hora del desayuno corrió hacia la cabina telefónica.




Tan emocionado estaba corriendo por la pista, que no vió el coche de carga y descarga que derrapaba por la pista de aterrizaje casi sin control con un hombre mayor de facciones italianas y una niña a bordo. El impacto fue tan grande que perdió la vida subitamente, sin enterarse de nada.




Por su parte Martin esquivó a duras penas el cadaver del trabajador en su desesperada persecución del cochecito de Satriane. Su coche de descarga debía tener algún defecto pues lo sacó del taller y empezaba a soltar ingentes cantidades de humo negro desde el motor.


Las balas del italiano impactaban sobre la maltrecha estructura del carro motorizado que perdía piezas con cada volantazo de Martin, éste solo podía seguir el coche que tenía enfrente porque disparar contra el coche pondría en peligro la vida de su hija.


-Mierda...- Miro atras con gran pesar al oir las sirenas, fue entonces cuando se percató de los dos helicopteros de la Fox que tenía sobre la cabeza. Le perseguian tres coches policiales y uno civil, muy conocido.


-Detenganse- Las voces megafónicas de los guardías luchaban por hacerse oir entre las ensordecedoras sirenas. Uno de los coches policiales se adelanto y embistió con fuerza el coche de martin y casi le hace perder el control. Pero el segundo intento por sacarlo de la persecución se vio frustrado por un peligroso volantazo de Martin, de tal suerte que el coche policial rebasó el coche de descarga con toda la inercia del conato de golpe yendo a parar a una rampa de aterrizaje y dando como resultado una doble mortal en el aire y un coche policial en mitad de la pista.


El segundo coche esquivó el accidentado vehículo perdiendo solo un retrovisor, igual suerte corrió el coche del jefe Gabriel pero no se puede decir lo mismo del tercer coche de policia que se empotró directamente contra su compañero volcado. La brutalidad del impacto disparó al conductor del coche dirctamente de cabeza a un bidon de basura, pero no hubo problemas de reciclaje porque el contenedor era de materia orgánica.
-Martin soy Gabriel, estoy seguro de que no quieres que las cosas terminen de este modo, para el coche!

El coche de policia restante embistio el coche de Martin que perdio el control por un momento antes de retomarlo, Martin aminoró la marcha deliberadamente esperando la siguiente embestida mientras se dirigía a toda velocidad hacia un camion lleno de maletas. No bien hubo esquivado el obstaculo, el coche de policia le rebaso con toda la velocidad que podia generar, pero le fue imposible parar antes de chocar contra el coche de Sapriane, este en un intento desesperado por hacerse con el control del coche fue a chocar contra el fuselaje de respuesto de un avion en uno de los hangares.


Sapriane bajo con Elisa del coche y se dirigio con ella a la oficina abandonada que coronaba el hangar, Martin les siguio cojeando.


Martin los encontró tras el mueble polvoriento, Sapriane apuntaba con una pistola la cabeza de la pequeña Elisa que lloraba desconsolada. La cara de Martin no mostraba ningun sentimiento aunque la batalla interior tuviera proporciones epicas.

-Podia haber sido mucho mas sencillo, mas rapido, mas... facil. Pero te has empeñado en hacerlo dificil.

-No sabes lo que es dificil, de pequeño fui atacado por un yonqui, enfermo de sida, sino llego a esquivar el barbiturico ahora no estaria aqui. No creas que te lo digo para compadecerme, lo digo para que entiendas por que la gente como tu me mata de asco. Ahora estas muerto.

-Ah si? quien tiene el arma y a la niña?

Martin avanzaba lentamente hacia el mafioso.

-No te muevas joder o le vuelo la cabeza a la niña!

-Deja a la niña aqui me tienes.- Martin comprendio que la unica manera de que le apuntara a el era sacando la pistola que tenía en el bolsillo, pero si no actuaba con la suficiente rapidez le mataria a el y despues acabaria con la niña. En un movimiento rapido saco el arma.

-Quieto!- Sapriane ahora le apuntaba a el. Martin aprovecho el momento para correr hacia la mesa y saltar sobre el asesino, al caer sobre él se disparo con su propia arma y el mafioso cayó sin vida al suelo.

Martin abrazo a su hija.- Papa... que te pasa?- las manitas de Elisa brillaban con el rojo de la sangre de Martin, no fue hasta ese momento en que reparó en que había recibido un disparo en el costado, su vision se fue ennegreciendo por momentos - No tengas miedo cariño, pase lo que pase todo saldra bien...- Y la negrura cayó sobre sus ojos.

Sin embargo, sin saber donde se encontraba, Martin se desperto. Hallabase yaciente sobra una cama de hospital, conectado a complicados aparatos destinados a estabilizar su fino hilo vital. A su lado estaba su hija que lloró de alegría al verlo volver en si y al otro lado un señor, presumiblemente un doctor por su aspecto le sonreía.
-Creiamos que no volveria señor Martin.
-Cuanto tiempo?...
-13 dias y medio.
-Madre mía... me encontraron ustedes?
-No señor.
-Fui yo.- El jefe Gabriel entró en la sala con su amplia sonrisa habitual, una sonrisa que se abría paso valientemente entre su barba blanca.-Me tome la molestia de sacarle de alli espero que no le molestase...
-Parece que no me librare de ti nunca.
-Eso me temo.- El jefe Gabriel le conto como le persiguio a trancas y barrancas por todo el hangar y como le encontro desangrandose en el suelo.
-Gracias amigo, pero no me alegro de verte, supongo que ahora...
-Bueno, ahora... tienes que reponerte, y yo tengo que buscar a un ladronzuelo de bancos que anda desaparecido.

Martin sonrió.














sábado, 3 de octubre de 2009

Frio como el hielo. segunda parte.

Cualquier persona "normal" con una pistola frente a la cabeza se habria muerto de miedo y se habria paralizado por el terror. Por supuesto Martin no era una persona normal. En una maniobra tan rapida como imprevista desarmó al mercenario y le disparó en la rodilla para luego propinarle una patada en la cabeza.
El asesino gritaba presa del dolor en el suelo.
-Creeme lo entiendo... yo también he sufrido balazos y cosas peores, como el abandono en la infancia... pero se fuerte, se que puedes- Una bala paso rozandole por el hombro y cojeó hasta la parte trasera de una conjunto de bidones. Satriane y el otro asesino se dirigian a la limusina mientras lanzanban una lluvia de balas, la hija de Martin no paraba de gritar.
-Elisa!- Martin asomo la cabeza sobre los bidones con la pistola entre las manos. Era consciente de que cientos de balas pasaban junto a el silbandole en las orejas, pero aun asi aguanto la respiracion, apunto con firmeza las cadenas que sujetaban un garfio de acero gigante el cual pendia sobre el coche de Satriane. Disparó hasta que la partió y el capó del coche quedo totalmente destrozado.
El asesino quedó malherido con la cabeza sobre el volante. Sapriane cogio a la niña y la saco corriendo del coche en direccion a las pistas de aterrizaje.
Martin se sintio muy mareado de repente, se miro la rodilla y habia comenzado a sangrar profusamente, se ajusto la venda y siguió a Satriane como pudo.
El jefe de la policia, Gabriel, se encontraba ahogando sus penas en una copa de whiskey en el Atomic, un pub que si algun dia habia llegado a ser algo ya ni el mismo lo recordaba. El camarero era un tipo obeso con un fino bigote y una mirada penetrante.
-Otro mal día en la oficina.
-Cuando hay dias buenos?
-Es por lo del tipo ese de las noticias verdad? para ser un ladronzuelo de tres al cuarto ha sabido escapar de una manera de cine, fue impresionante.
Gabriel levanto sus cansados ojos hasta los del camarero.
-Ladronzuelo.. ladronzuelo de tres al cuarto? Martin estuvo conmigo en la marina hace años, era el numero uno. Incluso me salvo la vida en el golfo... dos veces. Pero al salir del cuerpo no tenia trabajo ni de limpia coches y comenzo a robar, era tan bueno que nunca pude cogerlo.
-Vaya tela...
-Un dia aparecio frente a mi casa y me dijo "Gabriel, voy a ser padre, aqui me tienes, tengo que ser una mejor persona y no se me ocurre otra manera de empezar". Despues de cumplir su pena se reformó y sin embargo no se que ha podido posarle.
-En las noticias dicen que esta herido.
-Solo espero encontrarle yo antes que cualquier otro- El camarero habia perdido el hilo de la conversacion mirando la television.
-Pues ya puede darse prisa jefe- dijo señalando la television.
Las noticias mostraban un fuerte tiroteo en una nave en el aeropuerto.
-No es ese el tipo que busca jefe? jefe...- La puerta del local se mecia por el portazo y dejaba huerfana la silla de Gabriel.