domingo, 8 de febrero de 2009

RELICARIO tercera parte


El gato de Matilda estaba intentando dejar de flipar. La habitación no paraba de darle vueltas porque su cerebro de gato era incapaz de procesar toda la información que le estaba llegando debido al exceso de cafeína y un dolor de cabeza estaba haciéndose hueco entre todas las sensaciones como si fuera un luchador de Sumo.
Observaba la escena con suma atención a su ama aparentemente dormida y al visitante desconocido que estaba comatoso delante de ella. Cuando se hubo aburrido volvió cerca de la cafetera, quizás un chute mas le hiciera desaparecer el mono, empezaba a sentirse agresivo.

Y mientras tanto… en una de las partes más jodidas del infierno…

-EN EL NOMBRE DE MEPHISTO, POR LA SANGRE DEL ANGEL PRIMIGENIO PADRE DE LA BONDAD DEL SUFRIMIENTO Y LA PURIFICACIÓN DEL FUEGO!
-Matilda em… es normal que sea TAN GRANDE?!- El demonio movía en círculos la espada sobre su cabeza invocando una lluvia de piedras de fuego que empezaba a destruirlo todo a su paso, mientras tanto Matilda sacaba su libro y comenzaba a levitar hablando en lenguas desconocidas cuya sonoridad provocaban las más lucidas pesadillas. Desde detrás de la pareja apareció un ejército de ángeles armados para la guerra, levemente transparentes pero relucientes en su azul brillo, todos arrodillados esperando la orden de Matilda.
-Si que lo sabía, pero se supone que tu también si no fueras un desastre. Enviados de San Pedro, volad hasta el maligno y bendecidlo con la purificación divina!- una sonrisa pacificadora ilumino el rostro de los Ángeles que volaron decididos, ígnea espada en mano, hacia el arconte. Muchos perecieron bajo la lluvia de fuego, muchos murieron por el aliento de fuego del demonio y los pocos que quedaron con vida a duras penas podían contener el poderoso ataque del diablo.
-No tenemos mucho tiempo Riot! Invocare las cadenas pero tienes que intentar neutralizarlo!
-Pero cómo! Estas borracha! Has visto el tamaño de esa cosa?!- Matilda volvió a hablar en el idioma secreto y dos ángeles mas aparecieron a su lado.
-Vuela hasta su frente y realiza un exorcismo de máximo nivel, eso me dara un poco de tiempo!
-Y una mier…!- pero los ángeles vuelan rápido y antes de terminar la frase ya estaba a mas de 50 metros del suelo. Riot planeaba rodeando a la bestia trazando círculos mientras no paraba de gritar hasta quedarse sin voz. Las bolas de fuego pasaban rozándole y el calor le abrasaba por completo. Había llegado la hora de ponerse a currar así que se rompió la camisa roja de la suerte y se dibujó un complejo dibujo sobre el pecho, cuando este comenzó a brillar el fulgor escapaba también por su boca y ojos. Uno de los ángeles que llevaban a Riot cayó abatido por un compañero recién alcanzado por la hoja del demonio y Riot comenzó a caer. Cuando el suelo se acercaba peligrosamente otro de los ángeles lo recogió y volvió a subirlo, Matilda estaba teniendo serios problemas para realizar la invocación y parecía estar al borde de sus fuerzas. Riot invocaba el exorcismo mas poderoso que conocía, podía costarle la vida pero era lo único que no haría cosquillas a aquella cosa.
Poco antes de llegar a su frente el diablo reparo en el y escupió ácido. En una maniobra imposible los ángeles consiguieron apartarle de la muerte segura y lo pusieron frente al esbirro de Satán, visiblemente enfurecido.
- EL MUNDO SERA DESTRUIDO, PERO TU, TU SERAS MI PUTA PARTICULAR DURANTE TODA LA ETERNIDAD!
-Que me chupes el pie!- Riot poso la mano sobre la ardiente frente del monstruo y el calor le provocó diversas quemaduras, la explosión que provocó el exorcismo lanzo despedidos a los ángeles, las rocas ígneas y al propio Riot, éste sintió como algo se deslizaba de su vieja chaqueta- Jimmy!!- a duras penas fue recogido por uno de los pocos ángeles que quedaban y depositado en el suelo con dificultad.

En ese justo momento Matilda terminaba la invocación y miles de cadenas blancas como la nieve aparecieron desde el suelo y volaron hacia las alturas rodeando al Leviatán. La pureza de su nueva prisión estaba haciendo arder al demonio cuyas convulsiones estaban destruyendo el Castillo infernal, Matilda cayó al suelo inconsciente.

Una de las torres del castillo se desprendió y se dirigía al punto en que la mujer yacía, Riot apenas podía moverse e intentó arrastrarse para salvar la vida de la bruja pero la torre ya estaba sobre ella. En ese preciso instante Riot escuchó un grito potente a su espalda, y el alma en pena que antes espantaran apareció corriendo y de un empujón retiro a la mujer de la muerte. El impacto de una de las rocas fue tan bestial que acabó con el… otra vez.
Aquello alegro a Riot, con su sacrificio aquel ser se había ganado la entrada al cielo y ya no volvería a ser un alma en pena. Se acercó a el para taparle el rostro.
-Un momento…- Vio brillar algo en los harapos del maltrecho individuo – Pero será cabron!- era la petaca de Riot lo que brillaba.

Las cadenas eran como enredaderas alrededor de un inmenso tronco rojizo, un tronco maldito y humeante que no paraba de gritar de un modo que hacía temblar los mismos cimientos de aquel horrible universo. El demonio había sido apresado, aquello les permitiría ganar unas preciadas horas para llegar hasta el chamán. Riot era feliz, había conseguido lo que quería, había recuperado a Jimmy y le juró que nunca se separarían de nuevo, tras darle un trago se arrastró hasta Matilda.
-Lo hemos conseguido…
-Por ahora… tenemos que salir de aquí… Riot, tu mano…
La mano le ardía, el penúltimo símbolo acababa de desaparecer, solo un carácter más y se produciría el Apocalipsis.
-Esto va más rápido de lo que pensaba.
Un fuerte dolor le sacó de sus cavilaciones, se miró la mano, algo acababa de arañarle.
-Que demonios??- otro arañazo y perdió el conocimiento. Volvió a caer por el mismo túnel, bueno no exactamente a caer, a caer hacia arriba, es decir, bueno a subir.

Y lo primero que vio fue la cara de un gato mordiéndose el labio inferior, totalmente bizco con un lazo rosa en la cabeza.
-Santa Maria pero como te has atado el lazo sin pulgares- el gato maulló unos segundos, lo que vendría a traducirse como un “yo que coño se no tendrás un poco de café por ahí no?” Poco después fue Matilda la que se despertó.
-Tenemos que ir a Nevada, pero a una velocidad absurda…- Riot escucho a Matilda.
-Conozco a una persona…
-A un piloto?
-Bueno…mas o menos… Tu no tienes problemas con la edad de la gente verdad?
-A que te refieres.- Riot dio un trago de Jimmy y buscó un viejo número en su agenda.
-Me refiero a que nuestro chofer tiene 120 años.

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